Lucía Corpacci

Se llevó a cabo el conversatorio de “Gestión Menstrual como Derecho”

Durante la tarde de ayer, en ámbitos de la Casa de la Cultura se concretó el primer conversatorio de “Gestión Menstrual como Derecho” organizado por la agrupación “La Tribu” y con la presencia de la Senadora Nacional, Lucía Corpacci, la Diputada Nacional, Silvana Ginochio y la directora de Economía, Igualdad y Género en el Ministerio de Economía de la República Argentina, Mercedes D’Alessandro.

Durante su intervención, la Senadora Corpacci felicitó el trabajo realizado por “La Tribu”, destacando la pasión que le ponen, las mujeres que la integran, a la hora de emprender este tipo de actividades. Además, agradeció la presencia de Mercedes D’Alessandro, quien además presentó su libro “Economía Feminista: Como Construir una Sociedad Igualitaria sin Perder el Glamour”.

“No deja de ser motivo de orgullo ver con que naturalidad las jóvenes tratan algo que fue tabú durante muchísimo tiempo, épocas en que en esos momentos éramos impuras, no podíamos entrar en algunos lugares, la discriminación sufrida por muchas mujeres por el solo hecho de menstruar fue tremenda”. Agregó Corpacci

A su turno, la directora Mercedes D’Alessandro analizó el problema económico que representa para las mujeres adquirir productos para la gestión menstrual al señalar que “comprar toallitas y tampones cuesta aproximadamente $4000 anuales” es por ello que uno de los ejes de la justicia menstrual “tiene que ver con disminuir los costos de su gestión, ya sea mediante la eliminación de IVA o reintegros y analizar aquellos factores que generan distorsión. De esta manera, manifestó que esta situación “significa que las mujeres están pagando un impuesto por la menstruación; un impuesto biológico que las mujeres pagan porque les sucede”.

Asimismo, D’Alessandro analizó la relación entre medio ambiente / trabajo al sostener que “tenemos una cuestión que es apoyar el tránsito de productos de gestión menstrual que sean menos contaminantes y que tengan un menor impacto ambiental”. “Hay compañeras que trabajan en cooperativas textiles y que están produciendo toallitas de tela reciclables, que permitan lavarse. Esto da trabajo, empodera a las mujeres en su autonomía económica y genera lazos de trabajo entre ellas para salir adelante”, agregó.

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